25/04/2023
El presidente de Fenacore, Andrés del Campo, y el secretario general de la organización, Juan Valero de Palma, han dado a conocer a los medios el contenido del plan, en un encuentro en el que, además, han hecho balance de la situación actual y han exigido que deje utilizarse el agua como un arma en la batalla electoral.
Según afirmó Andrés del Campo, “la situación actual es grave y se está agravando más”, con cultivos de secano ya perdidos, sin prácticamente cosecha, en la mitad sur de la península. En el caso de los cultivos de regadío, los agricultores sufren fuertes restricciones en sus dotaciones para esta campaña en varias cuencas. Una de las más afectadas es la del Guadalquivir, con una dotación de 700 m3/ha, que equivale al “12% de la dotación de un año normal” y que, de acuerdo con las previsiones de Fenacore, alcanza para regar poco más de 1 de cada 10 hectáreas y lleva al sector a una “ruina completa”. Los daños económicos en Andalucía por las restricciones se elevarán a más de 3.000 millones de euros en la campaña de riego, avanzó la organización. También están afectadas por fuertes restricciones las Cuencas Internas de Cataluña, el Ebro o el Guadiana y, en el resto, el contexto empeora “semana a semana”.
En Fenacore analizaron, asimismo, las múltiples causas de la sequía y pidieron no culpabilizar de la misma a la agricultura de regadío. “Los regadíos no son los culpables de la sequía, son los sufridores de la sequía”, afirmó el secretario general de Fenacore, Juan Valero. La agricultura de regadío supone “una demanda de agua necesaria para producir alimentos, necesaria para que no se despueble el interior de España y que permite abastecer a la industria agroalimentaria” y, en situaciones de sequía, “es la primera que sufre las restricciones” de suministro de agua. “Nos quedamos sin regar para garantizar el abastecimiento de las poblaciones, para garantizar los caudales ecológicos, que han hecho perder un 16% de disponibilidad de agua en España”.
Valero considera injusto culpabilizar de la sequía “a la única demanda en España que ha reducido un 15% el consumo de agua en los últimos 25 años”. Tanto el secretario general como el presidente de Fenacore recordaron que España tiene el regadío “más moderno de Europa y del mundo”, a pesar de lo cual señalaron que hay que seguir mejorando.
Plan de acción
En este contexto, Fenacore enumeró la batería de actuaciones que el Gobierno debería poner en marcha, en el marco de un plan de acción coordinado, para garantizar la producción de alimentos y una contención de precios.
En este sentido, los agricultores de regadío reclaman medidas tanto coyunturales, que ayuden a paliar los daños, como estructurales, destinadas a prevenir mayores impactos.
Entre las medidas coyunturales, piden decretos ley de sequía, el IVA reducido al 5% para el suministro de energía al regadío, el apoyo al uso de recursos no convencionales (aguas regeneradas y desaladas), flexibilizar las ayudas de la PAC en el contexto de sequía o exenciones del IBI y bonificaciones fiscales en las instalaciones de regadío.
En el caso de las medidas estructurales, destacan las políticas de ahorro de agua en todas las demandas, especialmente en la modernización de regadíos e incremento de los fondos Next Generation destinados a este fin; la elaboración de un Plan Hidrológico Nacional que coordine los diferentes planes de cuenca; el incremento de la capacidad de regulación mediante la inversión en infraestructuras (embalses y trasvases); la prudencia en los caudales ecológicos y medidas operativas de infraestructuras.
“Los problemas complejos se tienen que afrontar con soluciones complejas”, afirmó Juan Valero.