17/07/2025
La Comisión Europea califica el Marco Financiero Plurianual posterior a 2027 de “ambicioso y dinámico” y resalta, como algunas de sus principales características, la flexibilidad, para poder reaccionar con rapidez ante potenciales necesidades; programas financieros más sencillos; o un paquete de nuevos recursos propios.
“Nuestro nuevo presupuesto a largo plazo contribuirá a proteger a los ciudadanos europeos, fortalecerá el modelo social y hará prosperar nuestra industria”, afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
¿Cómo afecta al sector agrario?
En su propuesta sectorial para el sector agrario, la Comisión Europea indica que tanto la seguridad alimentaria, como el sector primario y las zonas rurales “siguen siendo una prioridad de financiación” en el presupuesto 2028-2034 y asegura que “el apoyo a la renta de los agricultores estará protegido”.
No obstante, este apoyo a los ingresos se sitúa en 300.000 millones de euros, más de un 20% menos que los 386.602 millones de euros en los que se cifra el total de los compromisos de la PAC en el período 2021-2027.
A grandes rasgos, la propuesta sectorial para la agricultura y la ganadería contempla, según el documento informativo de la Comisión Europea, una PAC “con normas más simples y flexibles”, con una “distribución más equitativa de los fondos” y que facilite sinergias con otras políticas para lograr un mayor impacto en la agricultura y las zonas rurales.
Un punto a tener en cuenta, que ha levantado ampollas, es que el apoyo a la agricultura y las zonas rurales se canalizará a través de los llamados Planes de Asociación Nacionales y Regionales, que agruparán las principales herramientas de financiación de la UE bajo un mismo marco, con 865.000 millones de euros de presupuesto. En estos planes se fusionarán la Política Agraria Común, la política de cohesión, así como las políticas social, pesquera y marítima, migración, gestión de fronteras y seguridad interior.
Hacia un fondo único: adiós al segundo pilar
Se cumple, así, el escenario temido de integración de la PAC en un fondo único, con otras áreas de financiación, y la dilución del segundo pilar de la PAC, relativo al desarrollo rural, en las políticas de cohesión.
Contra ello preveía ya la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, días antes de presentarse la propuesta de la Comisión, abogando por una PAC fuerte, con un presupuesto mayor e independiente. La propia ponente del informe sobre el futuro de la PAC, la eurodiputada española Carmen Crespo, ha vuelto a advertir sobre los riesgos de debilitamiento de la política agraria. "Desmantelar el segundo pilar es desmantelar la PAC. Sin relevo generacional, sin desarrollo rural, sin modernización, no hay futuro para la agricultura europea", afirmó tras conocer la propuesta de MFP.
También contraria al nuevo marco financiero se ha mostrado la eurodiputada socialista Cristina Maestre, calificando la propuesta como “una auténtica barbaridad” y alertando de que podría suponer “el final de la agricultura europea”. Ante el Comisario de Agricultura, Christophe Hansen, Maestre ha reclamado en la Eurocámara “una PAC más justa, equilibrada y suficientemente dotada, basada en sus dos pilares: el apoyo a la renta agraria y el desarrollo rural”.
Los agricultores alzan la voz y piden coherencia
Coincidiendo con la presentación del nuevo presupuesto europeo, y en previsión de lo que ya era un secreto a voces, agricultores y ganaderos de toda Europa se manifestaban en Bruselas, clamando por una PAC fuerte, bien financiada, que no sacrifique el ya delicado equilibrio del sector primario europeo.
Una vez conocida la propuesta, se han sucedido las reacciones de rechazo frontal. “La UE ha decidido sacrificar la PAC en el altar de la geopolítica y el pago de la deuda de los fondos Next Generation (…) Entre tractores y tanques, entre el futuro para los jóvenes agricultores y misiles para blindar fronteras, entre alimentación y defensa, Von der Leyen ha elegido recortar un 22% los fondos agrarios y multiplicar por 5 el gasto militar”, critica el secretario general de COAG, Miguel Padilla.
Con ello, la Comisión Europea “dinamita 60 años de Política Agraria Común”, denuncia la organización, que subraya la incoherencia de exigir sostenibilidad, digitalización e innovación mientras se recortan precisamente los fondos que permiten avanzar en esas direcciones. “Diluir el segundo pilar de la PAC, desarrollo rural, en un fondo único por país con otra serie de políticas de cohesión, enmascara un recorte encubierto sin precedentes y una renacionalización en toda regla”. COAG advierte que el abandono institucional del campo tendrá consecuencias sociales y políticas y efectos directos en la cesta de la compra de los consumidores.
Un hecho que critican también desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA): “Europa no puede permitirse desmantelar la PAC”, incide la organización, lamentando que la propuesta reduce los fondos, amplía la incertidumbre y complica la gestión. En este nuevo escenario, la PAC pierde su propia autonomía y dependerá de las decisiones y prioridades de los diferentes Estados Miembros, destruyendo la estrategia comunitaria.
También Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos rechaza frontalmente el MFP 2028-2034. A juicio de la organización, representa un retroceso inaceptable en el respaldo político y financiero al sector agrario y es la antesala de su desmantelamiento. “Hablan de modernizar, de integrar, de simplificar, pero lo que hacen es meter la tijera al medio rural y a la agricultura”, denuncian.
El campo anuncia más movilizaciones
Desde Bruselas, el presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato, lanzó un mensaje claro: “La PAC está siendo desmantelada y con ello, se pone en peligro el futuro de la agricultura europea y de los consumidores”. La asociación advierte del peligro que corre la soberanía alimentaria con esta propuesta y se muestra contundente: “Con la alimentación no se especula”.
“Una reducción del 20-30% en los fondos de la PAC es un ataque directo al futuro del sector. No contempla la inflación, no reduce la burocracia, no da estabilidad a los agricultores ni a los jóvenes que quieren incorporarse”, declaró Pedro Barato.
El COPA-Cogeca, la organización que representa a agricultores y cooperativas de toda Europa, han calificado el día de la presentación del nuevo marco presupuestario como “el miércoles negro de la agricultura europea”. Y se preguntan si el Parlamento Europeo y el Consejo apoyarán “la que ya se perfila como la peor reforma de la PAC”, en alusión al proceso legislativo que todavía queda por delante y durante el cual podrían introducirse cambios en la propuesta. “Los próximos meses serán decisivos”, afirman.
Ante el posible escenario, el campo europeo anuncia resistencia, con movilizaciones para reclamar una PAC fuerte, que garantice el futuro de la agricultura europea y, con ello, la soberanía alimentaria y el equilibrio territorial y social.
