Según los datos de la United States International Trade Commission, entre enero y junio de 2025 España envió a Estados Unidos 52.874 toneladas de aceites de oliva envasados en origen, mientras que las 34.399 toneladas restantes llegaron a granel para su embotellado en destino.
Un dato que, para Rafael Pico, responsable de Promoción Exterior de la Junta Directiva de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, supone un salto cualitativo para los aceites españoles en ese mercado: “Esto es debido al gran trabajo que hacen las empresas exportadoras y, por supuesto, a las campañas de promoción instrumentadas a través de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español. Nosotros no desdeñamos nunca la exportación de aceites de oliva a granel, pero sí apostamos por el aceite de oliva envasado, porque es el que deja la marca España en todos los mercados. No hay mayor promoción que ver en los lineales la marca España en todos los sitios y, además, porque el valor añadido se queda aquí en España absolutamente y no en otros mercados”.
Y lo más importante, añade la interprofesional, es que este hito se ha logrado en un mercado en plena expansión. En el primer semestre de este año Estados Unidos ha importado 241.763 toneladas de aceites de oliva, un 23,12% más que entre enero y junio de 2024. España ha logrado rentabilizar al máximo ese dinamismo, ya que exportó 87.273 toneladas de aceites de oliva en el primer semestre de 2025, un 24,19% más que en el mismo periodo del pasado año.
Consumo en ascenso
Hace 20 años los aceites importados desde España suponían el 17,62% de todos los que llegaban a ese país en volumen, mientras que los italianos alcanzaban el 64,40%. Ahora, en el primer semestre de 2025 la cuota de mercado de los aceites españoles es del 36,10%, prácticamente el doble. Italia ha perdido más de 34 puntos en su penetración, hasta situarse en el 29,92% de los aceites de oliva importados en ese mismo periodo. “Hay que partir de la base de que Estados Unidos consume el 50% del consumo mundial fuera de la Unión Europea. De seguir esta línea de progresión, yo creo que en pocos años se va a convertir en el país consumidor más grande del mundo, superando incluso a España”, apunta Rafael Pico.
Desde Estados Unidos, Joseph R. Profaci, director ejecutivo de la North American Olive Oil Association (NAOOA), confirma el avance de los aceites de oliva de España en los lineales de ese país: “Sin duda, vemos cada vez más marcas españolas envasadas en España en los supermercados de Estados Unidos. Hay varios grandes emprendedores en España que están aportando un gran conocimiento de marketing y comprensión del mercado estadounidense a sus negocios. Estas marcas están progresando con fuerza en Estados Unidos, y cada vez está más claro para los estadounidenses que España es el mayor productor mundial de aceite de oliva, y además productores de algunos de los mejores aceites de oliva del mundo. No tengo ninguna duda de que la imagen de España, del aceite de oliva y de España en general, está mejorando en Estados Unidos, especialmente cuando se trata de la comida o la cultura españolas”.
El efecto de los aranceles
Todo esto ocurre en un escenario internacional volátil, con el acuerdo comercial cerrado recientemente entre la Unión Europea y Estados Unidos, que impone aranceles del 15% sobre las exportaciones europeas al país norteamericano. Joseph R. Profaci teme sus efectos: “El aumento de precios que se producirá a partir de la imposición de aranceles afectará al aceite de oliva de diversas maneras. Este año esperamos una campaña muy productiva y esperamos que los precios bajen, pero parece que, con la imposición de aranceles, esto no sucederá. Eso significa que suprimirá el crecimiento del consumo que cabía esperar. Seguiremos teniendo un impacto negativo en las comunidades y los hogares que ganan menos de 70.000 dólares al año, que comprarán menos”.
Sobre esta cuestión, Rafael Pico se muestra cauto: “Creemos que siempre tendrá una influencia en la exportación española a Estados Unidos, pero no creo que se vea muy disminuida por este motivo”. Recuerda que prácticamente todos nuestros competidores parten de unos niveles de aranceles similares o incluso superiores: “Nosotros, Italia, nuestro principal competidor en Estados Unidos, Grecia y Portugal tenemos el 15%. Turquía tiene el 15%, que es el segundo país productor del mundo de aceites de oliva. Túnez tiene un 25% superior al 15%. Por su parte Siria, que no exporta mucho pero sí tiene una producción importante, tiene un 41%, y los demás países que tienen un 10% como es Australia. Chile y Argentina tienen los aceites mucho más caros que los españoles, porque hay que recordar que España tiene una economía de escala, con una producción y una calidad enorme y los precios sensiblemente inferiores”.
Nueva campaña de promoción
A pesar de las incertidumbres, el sector español de los aceites de oliva sigue confiando en las posibilidades del mercado norteamericano. De hecho, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, ya está trabajando en el diseño de la nueva campaña de promoción en ese país, que refuercen la posición española.
“Las posibilidades de incrementar nuestra presencia en ese mercado y las posibilidades de que haya un mayor aumento de consumo son muy grandes por dos motivos. En primer lugar, porque el consumidor americano está muy sensibilizado con la salud y el aceite de oliva es el más caro de todos, pero también es el más saludable con las ventajas que tiene acreditadas por cantidad de estudios. Y, además, porque es un mercado que tiene una renta per cápita que le permite consumir aceite de oliva con respecto a otros aceites que son que son más más baratos”, afirma Rafael Pico.