El texto, aprobado en el pleno de la Eurocámara con 393 votos a favor, 145 en contra y 123 abstenciones, incide en que la PAC post 2027 debe contar con un presupuesto independiente y no formar parte de una dotación financiera más amplia utilizada por los Estados miembros para fines distintos a la agricultura, tal y como pidieron también en su momento las organizaciones de productores.
Los eurodiputados consideran esencial que los pagos directos lleguen a todos los agricultores profesionales activos, siguiendo un modelo basado en la superficie, y que las ayudas al desarrollo rural sean independientes de las políticas de cohesión.
La resolución del pleno aboga, asimismo, por la simplificación de la Política Agrícola Común, favoreciendo la reducción de la carga administrativa para los agricultores. También por un sistema basado en incentivos, que anime a los productores a alcanzar objetivos medioambientales y sociales. Sin olvidar los incentivos fiscales y el incremento de la financiación y de préstamos, con el fin de eliminar las barreras para convertirse en agricultor e impulsar el relevo generacional.
La digitalización, la gestión del agua y la economía circular son otras de las cuestiones contempladas en el texto aprobado. Entre otras premisas, insta a que todos los agricultores tengan acceso a soluciones innovadoras y digitales que apoyen la agricultura sostenible, aumenten sus ingresos y reduzcan su carga administrativa. Del mismo modo, la Eurocámara apuesta por que los controles en las explotaciones agrícolas estén basados en imágenes satelitales y en la autocertificación.
En cuanto a la gestión del agua, el Parlamento Europeo pide inversiones en la modernización y el desarrollo de las infraestructuras. Por otro lado, plantea que se incentiven las prácticas de economía circular, como la recuperación de biomasa o residuos agrícolas.
La ponente del informe, la eurodiputada Carmen Crespo, ha insistido en la necesidad de “una PAC verdaderamente común que fortalezca la cadena de suministro de alimentos, apoye a las comunidades rurales dinámicas y empodere a los agricultores a través de la innovación, el relevo generacional y un mercado equitativo”, asegurando que no van a apoyar recortes o intentos de nacionalizar la PAC o fusionar su financiación con otras partidas. “Sobre todo, debemos salvaguardar y garantizar los pagos directos a los agricultores; son la columna vertebral de sus ingresos y la herramienta más eficaz para garantizar la seguridad alimentaria y el equilibrio territorial en toda Europa”, ha concluido.