Los métodos activos son aquellos que se aplican y actúan en el momento en que se produce la helada con el objetivo de evitar que la temperatura caiga por debajo del punto de congelación. Los más utilizados son (Figura 1):
Por lo general, los métodos activos son métodos de protección con un elevado coste económico y energético, y no pueden utilizarse simultáneamente más de uno a la vez. Además, la eficacia de alguno de ellos, como los ventiladores y riego por aspersión, depende del tipo de helada Por ello, es importante tener claro qué métodos son los más adecuados y mejor adaptados para cada situación.
Por otro lado, los métodos pasivos son aquellos que se adoptan antes de que se produzca la helada, desde las decisiones que se toman en el momento del diseño de la plantación y selección del material vegetal hasta las prácticas culturales y manejo de la plantación, por ejemplo:
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