La especie objeto de estudio es la jara negra o jara pringosa, un arbusto de la familia de las cistáceas, que puede alcanzar una altura de más de 2 m. Con flores blancas grandes, con una mancha amarilla en la base, y a veces otra púrpura sobrepuesta (es la denominada “forma maculatus”). Fruto en cápsula con forma de cesta, con semillas de apenas 1mm, “repión” o “ripión” como dicen algunos. Ramillas y hojas cubiertas de una sustancia pegajosa y olorosa, el “ládano”, que no debe confundirse con el “láudano”, y que aporta ese olor característico a jara, que desprenden estos arbustos en primavera y verano. Un olor que según los especialistas recuerda al ámbar gris. En nuestra comarca habita el Cistus ladanifer subsp ladanifer L.
La especie se distribuye a nivel mundial por España, donde ocupa más de 2 millones de hectáreas, principalmente en el suroeste de la península, Portugal con más de 1,5 millones de hectáreas, norte de Marruecos y Argelia, sur de Francia, y se ha identificado como adventicia en el Norte de Italia, Chipre, Suráfrica, Australia, Nueva Zelanda y California. España es el país con mayor superficie de jara de todo el mundo.
Descripción del territorio en estudio
Los nueve municipios, pertenecientes a la Comunidad de Madrid, que han formado parte del estudio, han sido Berzosa del Lozoya, Cervera de Buitrago, El Atazar, El Berrueco, Patones, Puebla de la Sierra, Puentes Viejas, Robledillo de la Jara y Torremocha del Jarama.En ellos la jara ocupa unas 8.300 ha de terreno sobre un total de 27.300 ha, aproximadamente un 30% del territorio. En algunos municipios como en El Atazar o Robledillo de la Jara supera el 60% del término.
El territorio es claramente montañoso, con una pendiente media del 26%, la superficie de jara en pendiente por debajo del 15%, es sólo de 731 ha. La superficie de jara susceptible de aprovechamiento mecanizado (pendiente inferior 30%) es de 3.666 ha. Para hacernos una idea de lo que suponen esas superficies solamente BIOLANDES, una de las grandes empresas distribuidoras y productoras de aceites esenciales y otros productos naturales, aprovecha en la zona de Huelva 3.000 ha/año.
El proceso colonizador de la jara pringosa, y el progresivo abandono de los campos de cultivo, se aprecia claramente en las ortofotos aéreas, de Berzosa del Lozoya a lo largo de los años.
Viendo las ortofotos y con trabajos de campo, se aprecia como la jara ha colonizado el terreno de forma casi monoespecífica. La superficie de jaras es uniforme, únicamente destacar el crecimiento de otros arbustos, como rosales, cantueso, estepas, romeros, etc.
El cultivo de jara es una posibilidad, que podría complementarse con la producción de Boletus edulis, que micorriza de forma natural con la jara pringosa. Según un estudio realizado para toda España, la zona norte de Madrid, está comprendida dentro de la zona óptima y posible de cultivo de jara micorrizada con boletus, de acuerdo a los modelos de predicción utilizados en el mismo.
Una novedad sería el cultivo en asociación con la planta parásita Cytinus hipocistis (L.) L. o “chupamiel”, una planta medicinal, de la que recientemente se han estudiado sus propiedades, antibióticas, antioxidantes y antitirosinasa (aclara la piel). Puede consumirse cruda y su miel se comercializa en otros países.
Propiedades medicinales de la jara pringosa
El extracto metanólico de jara pringosa ha mostrado su potencial despigmentante en la piel, elimina manchas y da claridad a la misma, además de un efecto fotoprotector superior al Cistus x incanus L. (Cistus incanus).
Su aceite esencial tiene propiedades biocidas frente a Listeria, Staphylococus, y acción hemostática y cicatrizante. El doctor Pierre Nicolau, especialista en cirugía plástica y reparadora, comenta cómo los aceites esenciales pueden ayudar a mitigar y prevenir los efectos secundarios de la cirugía y los fármacos, aludiendo específicamente al aceite esencial de Cistus como hemostático, astringente, y al potente poder de cicatrización y regeneración celular que aporta a la piel.
Aprovechamiento tradicional de la jara pringosa en España
El uso de la jara negra en la sierra de Madrid se limita al pastoreo por el ganado bovino, caprino, yel aprovechamiento del polen y el néctar. Estudios japoneses han mostrado como el polen de Cistus ladanifer L., incrementa los niveles de calcio en los huesos (es beneficioso para la osteoporosis), y mejora los índices de glucosa y triglicéridos. Los ensayos se realizaron “in vivo” en ratas a las que se les había inducido diabetes.
Tradicionalmente en España, la jara se ha explotado para la obtención del “ládano”, esa sustancia pegajosa (oleorresina), que segregan tallos jóvenes y hojas. El ládano parece ser un excelente fijador en perfumería, con aromas reminiscentes a ámbar gris, y es el que se usa principalmente en perfumería.
Productos derivados de la jara pringosa
Productos derivados de la jara pringosa y que se utilizan en la actualidad son:
1. Productos derivados de la planta verde
1.1 Aceite esencial de Cistus ladanifer L. = Cistus oil.
1.2 Hidrolato de Cistus ladanifer L.
1.3 Resinoide de Cistus ladanifer L.
1.4 Extractos acuosos, etanólicos, metanólicos, etc.
1.5 Goma labdanum.
2. Productos derivados de la Goma labdanum
2.1 Resinoide labdanum.
2.2 Concreto labdanum.
2.3 Absoluto labdanum.
2.4 Labdanum oil.
La producción de aceite esencial. Estudio en la sierra de Madrid
De todos los productos expuestos, nuestro estudio se ha centrado en la producción de aceite esencial de Cistus ladanifer L., un aceite, de uso en cosmética y aromaterapia, con propiedades astringentes, fotoprotectoras, cicatrizantes, antioxidantes y biocidas.
Los aceites esenciales, no son aceites vegetales como el de oliva, girasol, coco, etc. Sino que son un complejo de moléculas, presentes en las plantas (hojas, tallos, flores, y/o raíces), y que se extraen por métodos físicos. Son líquidos de tacto oleoso, muy volátiles, concentrados y complejos, constituidos a veces por más de 240 compuestos.
Los aceites esenciales se utilizan en la aromatización de productos alimenticios, en aromaterapia, en productos cosméticos y farmacéuticos. Ejemplos clásicos de utilización de aceites esenciales, o componentes individuales son el Vicks-vaporub, el Sinus inhalaciones, pastillas Valda,como la crema cosmética de Weleda que incorpora labdanum oil, etc.
Los aceites esenciales se utilizan también en alimentación animal (aditivos zootécnicos), como sustitutos de algunos promotores del crecimiento, ahora prohibidos por normativa.
La producción de aceite esencial presenta las siguientes ventajas:
El aceite esencial de la sierra de Madrid, se ha obtenido por destilación, mediante arrastre de vapor, en alambique de acero inoxidable de 130 litros. Las muestras se han enviado al laboratorio especializado en aceites esenciales Chromessence. El análisis que se realiza sobre un aceite esencial consiste en conocer su composición química y algunos parámetros físicos, como la rotación óptica, densidad e índice de refracción.
El alfa-pineno es el principal componente del aceite esencial de jara pringosa, un compuesto presente en multitud de plantas como el pino, el romero, el eucalipto, el aceite de la cáscara de naranja, etc. A baja exposición actúa como broncodilatador, antiinflamatorio, antibiótico etc. La medicina tradicional china lo ha utilizado como anticancerígeno. Y en control biológico, se añade a cebos, para captura de escarabajos de la madera (escolítidos y cerambícidos).
En nuestro estudio hemos comprobado cómo el aceite esencial de jara, es muy variable en calidad y cantidad, en función de la edad de la planta, de la época del año en la que se recolecta, y posiblemente del método y el tiempo de destilación. Los rendimientos, son buenos y están en torno al 0,1% sobre el peso fresco de la planta, es decir 1ml/kg de jara fresca.
Ensayo piloto de recolección mecanizada de Cistus ladanifer en Berzosa del Lozoya (Madrid)
En junio de 2019, en el término municipal de Berzosa del Lozoya, se realizó un ensayo de aprovechamiento del matorral de jara pringosa, mediante la utilización de la recolectora marca BIOBALER WB-55, acoplada a la transmisión mecánica de un tractor de 200 CV, propiedad del centro de investigación CIEMAT de Lubia (Soria). Este equipo está constituido por un desbrozador rotatorio (martillos o cuchillas) y una cámara de compactación, donde se forma el fardo de biomasa. Éstos pueden pesar entre 350-y 450 kg de peso húmedo.
La superficie total desbrozada fue de 8.000 m2: 2.500 m2 de jaras de 2 a 5 años, 2.500 m2 de jaras de 10 a 20 años y 3.000 m2 de jara de más de 25 años. La jara más joven se desbrozó a una altura de 25 cm y el resto a la altura más baja posible, en general por debajo de 25 cm.
La compactación de los fardos permite el paso del aire impidiendo su fermentación en verano, siendo aconsejable su almacenaje a la sombra para evitar posibles pérdidas de aceite esencial.
La máquina trabajó adecuadamente, con la salvedad que con el tiempo se embozaba la entrada y debía limpiarse manualmente.
El aprovechamiento mediante corte permite a la jara regenerarse, si se respeta una altura mínima, de al menos 20 cm. Hemos constatado que en jaras viejas de más de 10 años, con tallos lignificados sin brotes, la planta no es capaz de rebrotar y muere.
Conclusión
La jara es un arbusto ecológicamente bien adaptado al entorno de la sierra norte de Madrid, no se ve afectada por enfermedades o plagas de importancia que afecten a la planta. El cultivo de jara asociado a Boletus edulis, o plantas parásitas de utilidad como Cytinus hypocistis, de cara a maximizar los beneficios, es un tema que debe estudiarse localmente. La obtención de aceite esencial mediante destilación por arrastre de vapor, es una posibilidad de aprovechamiento,de bajo costo y económicamente viable. El aprovechamiento mecánico de jara joven de 2 a 5 años, en masas monoespecíficas, es posible y la planta regenera adecuadamente y es compatible con labores de prevención de incendios forestales. Dicha actividad podría suponer unos ingresos añadidos para una familia y con ello podríamos incorporar y fijar población en la España vaciada.
Bibliografía