La nueva normativa de la Comisión Europea abre la puerta al uso de las nuevas tecnologías genómicas para el desarrollo de nuevas variedades de todos los cultivos, y de tomate en particular. Ello podría reducir significativamente el tiempo y el coste económico de los programas de mejora basados en métodos convencionales. Promover el uso de tecnologías más eficientes y sostenibles, no solo beneficia a los agricultores reduciendo gastos e incrementando la productividad, también supone avanzar hacia un sistema agrícola más respetuoso con el medio ambiente, alineado con los objetivos de sostenibilidad del Pacto Verde Europeo. Esto nos acerca a construir un futuro alimentario más saludable, equitativo y sostenible para todos.
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