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25 años de investigación público-privada para mejorar la eficiencia de la fertilización nitrogenada

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SANIDAD Y NUTRICIÓN

26/08/2024

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El nitrógeno (N) desempeña un papel esencial en la agricultura y tiene gran influencia en aspectos económicos y ecológicos. Por un lado, es un nutriente esencial para las plantas que permite aumentar la producción y la calidad. Por otro lado, puede afectar negativamente a la hidrosfera (lixiviación de nitratos (NO3-) a aguas subterráneas) o a la atmósfera (liberación de gases de efecto invernadero, óxido nítrico o amoníaco). Se estima que alrededor del 50% del N procedente del fertilizante se pierde y no es aprovechado por los cultivos.

En el ciclo del N se producen una serie de procesos que modifican la forma en la que este nutriente se encuentra en el suelo y pueden dar lugar a pérdidas. Uno de estos procesos es la nitrificación, proceso por el cual los microorganismos del suelo convierten los fertilizantes, orgánicos (Norg), ureicos ((NH2)2CO) y amoniacales (NH3), en nitratos (NO3-). Durante este proceso se produce óxido nitroso (N2O) que se emite a la atmósfera. Además, el N resultante de este proceso se queda en forma de nitrato (NO3-) el cual es susceptible a pérdidas tanto por lixiviación (NO3-) como por desnitrificación (N2O).

El óxido nitroso (N2O) es un potente gas de efecto invernadero que tiene la capacidad de absorber la radiación infrarroja. Actualmente, se estima que el óxido nitroso (N2O) es el responsable del 6% del calentamiento global ocasionado por los gases de efecto invernadero.

Los nitratos (NO3-) se filtran fácilmente a aguas subterráneas y superficiales debido a la carga negativa de su molécula que hace que no se adhiera a las partículas del suelo (típicamente cargadas también negativamente) y facilita su pérdida disueltos en agua. Los nitratos están involucrados en problemáticas ambientales como la contaminación y la eutrofización de las aguas.

Dada la problemática asociada al uso de fertilizante, es importante incorporar tecnologías que contengan las pérdidas y aumenten la eficiencia del uso del N en los cultivos agrícolas. Una herramienta eficaz, disponible, y contrastada científicamente, es la tecnología de los inhibidores de la nitrificación (IN), que puede ser utilizada junto a fertilizantes nitrogenados basados en fuentes amoniacales o ureicas (Verma et al., 2006). La función principal de los IN es reducir la velocidad de transformación del amonio en nitrato en el suelo a través del proceso de nitrificación. Esto reduce las pérdidas por lixiviación de nitratos, por emisión de gases de efecto invernadero (N2O) y por emisión de óxido nítrico, contribuyendo a la mejor de la eficiencia del uso del N por parte del cultivo.

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