Oficialmente, GIL cumple 70 años, pero este proyecto comenzó mucho antes. En concreto, en los años 40, en un pequeño taller de Daganzo de Arriba (Madrid), donde tres jóvenes hermanos comenzaron de aprendices con su tío dando servicio a la agricultura del pueblo, creando carros y aperos. Poco a poco, fueron creciendo e innovando en el sector.
Fue en 1952 cuando Juan Pablo, Julio y Jenaro se establecieron por cuenta propia y en 1954, comenzaron con la marca GIL.
Al cabo de los años, GIL y sus hermanos se dividieron entre los tres principales negocios que tenían: Taller de Reparaciones, Distribución de Maquinaria y Fabricación, quedando Julio Gil Águeda al frente de esta última parte.
Innovación y tecnología para adaptarse a la demanda
Durante estos 70 años, GIL se ha volcado en cubrir las necesidades del agricultor español e ir adaptándose a las demandas de este sector, siempre innovando e introduciendo la última tecnología en todos los aperos.
Aunque todo comenzó con trabajo de suelo, la empresa fue pionera en España con las máquinas de siembra y no esconden su orgullo al decir que, tras muchos años, siguen siendo líderes en este tipo de máquinas.
En la búsqueda de atender todas las peticiones de sus clientes, la firma continuó creciendo y, hace ya más de 10 años, se abrió camino en la aventura de la pulverización, creando un producto de muy alta calidad y con unos resultados excelentes.
Con estas tres gamas: trabajo de suelo, siembra y pulverización, GIL está presente en toda España, pero también fuera de nuestras fronteras. Desde 1983 empezaron su expansión por el norte de África y continuaron introduciéndose en otros muchos destinos, logrando que, a día de hoy, la marca GIL sea conocida en más de 15 países.
Nuevas instalaciones
GIL es un proyecto a muy largo plazo. La familia continúa en la empresa, con la tercera generación ya incorporada, y este año 2024 coincide con la inauguración de sus nuevas instalaciones.
Nuevas instalaciones.
La firma ha construido una fábrica de 15.000m2, donde este año empezará la producción, con el objetivo de seguir creciendo y poder hacer frente a la demanda de sus productos.
Parte fundamental del éxito de GIL es su red de distribución, gracias a la cual pueden llegar a todos sus clientes y que sean sus oídos en el campo, para así seguir aprendiendo y evolucionando. Se trata de una red de distribución joven y activa que se rige por los mismos ideales que la empresa GIL, volcándose en el servicio posventa y acompañando al agricultor en todas sus labores.
GILTOUR 70.