En España, la superficie ocupada por cultivos herbáceos extensivos es de algo más de ocho millones de hectáreas, con casi el 70% de ellas ocupadas por cereales grano (cerca de 2,5 millones de ha de cebada, 2 millones de ha de trigo y 600.000 ha de otros cereales de invierno). Incorporar avances de la investigación agraria, como el uso de sensores remotos, en el asesoramiento técnico a los productores puede contribuir a mejorar su productividad e incrementar su sostenibilidad económica y ambiental.
El seguimiento de cultivos mediante sensores remotos (también conocido como teledetección), puede proporcionar estimaciones regulares de producción de biomasa y de la cosecha final, siguiendo métodos no destructivos, adaptables a distintas escalas de seguimiento (desde parcela a comarca o región) y con un coste reducido, ya que se puede realizar usando imágenes distribuidas por la Agencia Espacial Europea de forma gratuita.
Conocer la evolución de la biomasa de un cultivo es de gran utilidad para evaluar distintas prácticas de manejo en las parcelas agrícolas, como son la aplicación de fertilizantes, el riego, o el uso de pesticidas. También sirve para cuantificar el impacto del calentamiento global en el desarrollo y la cosecha de cultivos, o discriminar genotipos óptimos en programas de mejora genética de variedades.
¿Te interesa? Descárgate gratis el reportaje completo: