En los sistemas agrivoltaicos (AV), la tecnología fotovoltaica (FV) se integra con la actividad agrícola permitiendo el doble uso del terreno para la producción simultánea de cultivos y energía eléctrica (Dupraz et al., 2011; Al Mamun et al., 2022). Dentro de este concepto, los invernaderos AV constituyen una categoría específica donde los paneles FV se incorporan directamente en la estructura principal o en interior del invernadero. Las ventajas asociadas al cultivo bajo invernadero, combinadas con la generación de energía FV, posicionan a estos sistemas como una solución prometedora en el ámbito agrícola, con potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la generación de energía renovable. Asimismo, permiten disminuir los costos energéticos de las explotaciones agrícolas a través del autoconsumo, e incluso generar ingresos adicionales si la infraestructura FV está diseñada de tal manera que facilite la venta de electricidad excedente.
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