Las nuevas normas incluyen, entre otros requisitos para los envases, objetivos de porcentaje mínimo de contenido reciclado para 2030 y 2040, así como reducción al mínimo del peso y el volumen de los envases y de determinadas sustancias en su composición, sobre todo en los destinados a entrar en contacto con alimentos.
Asimismo, se introducen restricciones a los envases de plástico de un solo uso para, entre otros productos, frutas y hortalizas en cantidades inferiores a 1,5 kg o alimentos y bebidas destinados a restauración y hostelería.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de España considera las nuevas reglas “discriminatorias e insostenibles para el sector hortofrutícola” y aseguran que algunas de las disposiciones suponen un “duro golpe para la cadena de valor”, desde los productores hasta los distribuidores.
Las cooperativas consideran además que las nuevas medidas contradicen objetivos clave de la UE, como la lucha contra el desperdicio alimentario, la promoción del consumo de frutas y hortalizas, la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y la armonización de las normas a favor de la libre circulación de mercancías en la UE.
En la misma línea, la Asociación de Organizaciones de Frutas y Hortalizas de Almería, Coexphal, ha criticado la aprobación definitiva del reglamento, asegurando que genera una situación “incoherente y segregacionista” para productores y empresas de la cadena de valor de frutas y hortalizas en Europa, además de contradecir otras leyes europeas con objetivos de sostenibilidad y competencia.