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Yara: la sostenibilidad, en el centro

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SANIDAD Y NUTRICIÓN

25/04/2025

3 minutos en leer

En Yara, una de las compañías de referencia a nivel mundial en el desarrollo de innovaciones de nutrición vegetal, subrayan dos eventos decisivos en la configuración de su filosofía empresarial reciente: el Acuerdo de París sobre el Clima de 2015 y el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montréal de 2022. Sin duda, una declaración de intenciones que sitúa al clima y al medio ambiente en el centro de sus operaciones. “El sector agroalimentario, incluida la industria de los fertilizantes, debe apoyar a la naturaleza para que recupere un equilibrio sostenible”, mantienen.

Es por ello que, desde Yara, consideran que la agricultura regenerativa es el futuro de la agricultura, el camino más corto para alcanzar el objetivo de “transformar el sistema alimentario”, “mejorar el acceso global a alimentos saludables” y, en última instancia, cumplir su ambición de “cultivar un futuro agroalimentario positivo para el medio ambiente”.

De acuerdo a su posición, entienden esta práctica como un enfoque sistemático y basado en resultados para llevar a cabo una gestión agrícola sostenible que impacta positivamente en cinco apartados clave: biodiversidad, salud del suelo, uso de recursos, prosperidad y, por supuesto, el clima, donde la mitigación de las emisiones y la mejora de la resistencia de los cultivos se convierten en fines a alcanzar.

"Hay que hacer algo para arreglar el sistema alimentario”, defiende el presidente y CEO de Yara International, Svein Tore Holsether, “y la agricultura regenerativa es una solución clave para lograrlo. Necesitamos urgentemente alcanzar una dimensión mayor, pero para lograrlo debemos colaborar en toda la cadena de valor para que resulte comercialmente atractiva para los agricultores”. Y no cabe duda de que es así: Yara desarrolla soluciones que pueden desempeñar un papel importante en la reducción de las emisiones de los campos y en la mejora de la resistencia de los cultivos a las alteraciones climáticas.

Con todo este trabajo de innovación, Yara está, pues, bien preparada para responder a los nuevos retos a los que se enfrenta la industria agrícola con la colaboración de todos los actores de la cadena de valor alimentaria: “Juntos podemos garantizar el suministro de cultivos y producir más alimentos utilizando menos recursos del planeta”, defienden.

Descarbonizar la agricultura

Los fertilizantes contribuyen en gran medida a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): si la práctica agrícola representa alrededor del 25% del total de las proyecciones, el uso de fertilizantes supone en torno al 11%, lo que los convierte en una de las mayores fuentes. Por esta razón, las empresas alimentarias deben abordar estas emisiones como un componente crítico de sus estrategias de sostenibilidad para cumplir sus compromisos climáticos. La presión normativa y la necesidad de tomar medidas preventivas son cada vez mayores. Urge actuar con rapidez para evitar sanciones y, sobre todo, no perder competitividad. Acelerar los esfuerzos de descarbonización y adaptar operaciones a los nuevos requisitos legislativos representan uno de los retos más importantes antes mencionados a los que se enfrenta el sector.

La propuesta de Yara, basada en la agricultura regenerativa, es una combinación de productos de nutrición de cultivos basados en la ciencia, como fertilizantes bajos en carbono, bioestimulantes y otros productos especializados, con el apoyo de herramientas y servicios digitales que permiten una gestión precisa de los nutrientes para obtener mejores rendimientos y reducir la huella de carbono.

Para ello son esenciales los llamados fertilizantes verdes, fertilizantes minerales a base de nitratos con exactamente la misma composición química y física que los abonos producidos con combustibles fósiles (gas natural, carbón, petróleo), pero con una huella de carbono mucho menor porque se producen con energía renovable (hidráulica, eólica, solar). Y en este campo, Yara tiene mucho que decir.


Yara Climate ChoiceTM: las reglas del juego están cambiando

Los fertilizantes Yara Climate ChoiceTM se dividen en dos categorías principales: Lower carbon footprint y Lower carbon footprint - Renewable. Los primeros son fertilizantes a base de nitrato producidos mediante la reducción catalítica del N2O basados en amoníaco producido a partir de gas natural y con captura y almacenamiento de carbono (CAC), lo que reduce aún más a huella de carbono de los productos fertilizantes en un 35-75% en comparación con el mismo fertilizante de Yara producido sin CAC, dependiendo del porcentaje real de reducción del contenido de nitrógeno del producto.

Los de Lower carbon footprint - Renewable son fertilizantes a base de nitrato producidos mediante la reducción catalítica del N2O y basados en amoniaco renovable, que puede producirse a partir de diferentes fuentes renovables (por ejemplo, electrólisis del agua utilizando energía renovable, o a partir de gas natural renovable, que sustituyen el uso de combustibles fósiles como el gas natural), reduciendo así aún más la huella de carbono de los productos fertilizantes hasta en un 95%. El porcentaje real depende del contenido de nitrógeno del producto.

Precisamente, una de las novedades del universo Yara más destacadas del año es el lanzamiento en España de su primer fertilizante Yara Climate Choice™ que se produce utilizando energía renovable en lugar de fuentes fósiles. Esta innovadora tecnología permite reducir las emisiones de CO2e asociadas a la fabricación en aproximadamente un 90%.

Estos fertilizantes son iguales que los fertilizantes minerales a base de nitrato de Yara, pero con un impacto significativamente menor en el medio ambiente. Esto significa que los agricultores pueden conseguir la misma calidad y rendimiento de los cultivos sin realizar ningún cambio en sus prácticas agrícolas.

La primera empresa en adquirir los fertilizantes Yara Climate ChoiceTM ha sido Garlan Sociedad Cooperativa, que podrá experimentar una disminución en las emisiones de CO2e por tonelada de producción de alimentos de hasta un 40%. Se trata de un caso de éxito práctico y realista en nuestro país que no tardará en provocar efecto llamada.

Yara, con más de cien años de experiencia en producción y uso de nutrientes vegetales, da un nuevo paso de gigante en el desarrollo de soluciones para reducir las emisiones de carbono y proteger el clima. Conscientes de que la agricultura sostenible es parte de la solución al problema del cambio climático, sus innovadores fertilizantes ayudan de manera decisiva a cultivar un futuro alimentario respetuoso con la naturaleza en toda la cadena alimentaria.

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