Uno de los cultivos especialmente amenazados por esta plaga es el de los frutos rojos. El pasado año, España exportó a Europa, su principal mercado, fresas por valor de 789 millones de euros, arándanos por valor de 555 millones de euros y frambuesas por valor de 529 millones de euros, según información publicada por DataComex. Por este motivo, la mayor productora de fresas de Europa, la cooperativa Santa María de La Rábida, más conocida por su marca comercial Fresón de Palos, ha centrado esfuerzos en dar con la solución adecuada para combatir esta plaga desde el primer momento. Y los resultados obtenidos tras los meses más importantes de campaña, pese a los efectos de las copiosas lluvias, muestran que la solución desarrollada por Koppert ha sido una elección acertada.
La primera estrategia de control biológico contra Scirtothrips
Esta innovadora estrategia de control biológico fue presentada en la última edición de Fruit Attraction el pasado mes de octubre. Desarrollada por Koppert tras un ambicioso proyecto de investigación, su objetivo es resolver los problemas causados por estos trips en el cultivo de la fresa, donde se ha convertido en una plaga clave ante los importantes daños que provoca tanto en la planta como en el fruto. Esto se ve agravado por la actual escasez de plaguicidas químicos disponibles en el mercado para combatir estos trips debido al endurecimiento de las normativas fitosanitarias.
La estrategia desarrollada se basa en la combinación de dos enemigos naturales del Scirtothrips: el fitoseido Amblyseious swirskii y el chinche Prius laevigatus. Se trata de dos depredadores muy empleados en el control biológico, pero el aporte innovador y clave del éxito en este caso radica en haber definido el momento óptimo de suelta y las dosis más adecuadas empleando de forma combinada a ambos depredadores naturales, diseñando además un protocolo completo que garantiza su eficacia, y que incluye el empleo de elementos exclusivos, como es el caso de los sobres aluminizados Swirski Ulti-mite.

Protocolo y coste en frutos rojos
Esta estrategia de control biológico de Koppert se centra en cultivos de fresas, frambuesas y arándanos y los protege no solo contra Scirtothrips, incluyendo también defensa contra las principales plagas que les afectan. En el caso de la fresa protege contra trips, araña roja y pulgón y tiene un precio aproximado de 1.600 euros por hectárea. El precio en el caso de la frambuesa descendería a unos 600 euros por hectárea.
En el caso de la fresa, este protocolo de control biológico se desarrolla en dos fases: una primera fase al principio del ciclo de cultivo, en noviembre y diciembre, y una segunda fase, de refuerzo, en los meses de febrero y marzo.
La primera fase consiste en la suelta de los depredadores naturales del Scirtothrips, los ya mencionados Amblyseius swirskii y Orius laevigatus, que protegerán el cultivo.
La segunda fase consiste en sueltas de refuerzo, únicamente de Swirski, para lo que se emplea el formato de sobre aluminizado Ulti-mite, exclusivo de Koppert y que garantiza una mayor eficacia.
El servicio de Koppert incluye la supervisión de las plantaciones a cargo de sus técnicos. “Desde que empiezan a parecer las primeras flores entramos nosotros, con visitas semanales de monitoreo. En el momento en que aparecen las primeras plagas, vamos poniendo soluciones. Es muy importante cogerlas a tiempo, gracias a esto y a la experiencia, la controlamos bastante bien” nos explica Atanasio Fernández, técnico de Koppert.

Atanasio Fernández, técnico de Koppert
Primeros ensayos en cítricos Koppert
ha iniciado con éxito la fase de ensayo de campo de su estrategia de control biológico en cítricos. El objetivo en esta fase es la obtención de información que les servirá posteriormente para definir el protocolo más eficaz para cada caso y variedad de cítricos.
“Esta investigación de campo se ve potenciada por los conocimientos adquiridos en frutos rojos y por un periodo previo de más de dos años de ensayos de laboratorio, campo y semicampo con diferentes fitoseidos para dar con el candidato que mejor eficacia ofrece”, explica Gonzalo García, delegado de Koppert para España occidental. Una búsqueda de eficacia no solo en resultados, sino también eficiencia económica, garantizando un uso inteligente de los recursos, maximizando la eficacia de los esfuerzos de gestión de plagas desde el punto de vista económico.

Gonzalo García, delegado de Koppert para España occidental
Ventajas del control biológico
Las estrategias de control biológico emplean organismos e insectos en el control de plagas y enfermedades. Este tipo de tratamientos recurren a depredadores naturales de los parásitos causantes de las plagas. El empleo de soluciones de biocontrol crea un equilibrio natural, manteniendo bajo control el número de plagas y diversas enfermedades. Este enfoque no es exclusivista, pudiendo simultanearse con el uso ocasional de plaguicidas compatibles con la fauna local, pero reduce considerablemente la dependencia y cantidad de elementos químicos empleados, mitigando los riesgos potenciales para la salud asociados al uso de ciertas sustancias ante las que los mercados y las normativas fitosanitarias se tornan cada día más exigentes.
El uso combinado de diferentes estrategias es denominado Gestión Integral de Plagas (GIP). Este enfoque persigue prevenir las plagas antes de que lleguen a convertirse en un problema. La clave del éxito de esta actitud proactiva que posibilita la anticipación radica en el uso de soluciones biológicas, contribuyendo de forma natural a crear un sistema más robusto, muy desfavorable para para las plagas y enfermedades. Con ello se logra un ahorro económico a largo plazo para el agricultor al mejorar los resultados y evitar tratamientos innecesarios, sustituyéndolos por intervenciones precisas. Además, al minimizar el uso de plaguicidas, se impide que las plagas desarrollen resistencias.
A este respecto, Cristian González, socio cooperativista de Fresón de Palos y agricultor de tercera generación opina “Tenemos que respetar al campo. Cuanto más lo cuidemos, a la larga será más beneficioso para nosotros, los agricultores.” Y sobre su experiencia concreta con el control biológico añade “Mi padre fue uno de los pioneros en Fresón de Palos que empezó con la lucha biológica. Adaptarnos ha sido complicado, porque no todos los años son iguales, siempre viene una plaga nueva. Esto está en continua evolución, por eso nosotros también tenemos que evolucionar y adaptarnos”.
Plaga de Scirtothrips
Scirtothrips auranti es un insecto invasor, perteneciente a la orden Thysanoptera, y originario de África y Yemen, donde se considera una plaga endémica. Generalmente se encuadra como una plaga de cítricos, pero en realidad se trata de una especie muy polífaga, que se puede encontrar en más de 50 especies de plantas. Todo parece indicar que los períodos críticos son aquellos en los que se encuentran en brotación en un ambiente de temperaturas suaves y suficiente humedad relativa.
El principal daño ocasionado por este insecto se debe a la pérdida del valor comercial de los frutos como consecuencia de la alimentación de larvas y adultos sobre los mismos en las etapas iniciales de desarrollo, generando daños en la planta y en el fruto.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la plaga de Scirtothrips fue detectada por primera vez en la Unión Europea en diciembre de 2016 en la provincia de Alicante. Se han declarado brotes de esta especie en España, Dinamarca y Países Bajos y está considerada plaga cuarentenaria de la Unión Europea.