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Nuestro vino, un embajador de primera

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ECONOMÍA

30/04/2025

1 minutos en leer

El vino es uno de los más preciados tesoros de la gastronomía española. La importancia del sector vitivinícola español no se circunscribe únicamente al ámbito de la economía, sino que es pieza fundamental en la configuración social y cultural de este país. En un contexto marcado por las amenazas de alteración del flujo de intercambios comerciales a nivel mundial, el vino español sigue satisfaciendo las tendencias del consumo en unos mercados en los que España gana posiciones gracias a la calidad de las producciones.

Las cifras hablan por sí solas: somos el primer viñedo del Planeta, con una extensión de 927.114 hectáreas que representa el 13% de la superficie vitivinícola global, y el tercer productor mundial con más de 32 millones de hectólitros.

En términos de producto interior bruto, este sector representa el 1,9% del total nacional, generando 20.330 millones de euros en valor añadido bruto. Auténtico motor económico, como atestiguan los cerca de 370.000 puestos de trabajo (el 2% del empleo nacional) que genera, con las mujeres ganando espacio en puestos de responsabilidad (las mujeres jefas de explotaciones vitivinícolas son hoy el doble que hace 10 años), el vino español tiene, además, una clara vocación internacional.

Nuestros caldos ocupan el liderazgo mundial también en volumen de exportaciones. Así, en 2024 alcanzaron la cifra de 1.935,3 millones de litros, por un valor de 2.977,8 millones de euros que nos coloca en el tercer lugar del podio global. Gran trabajo de las alrededor de 4.000 bodegas exportadoras que ofrecen nuestro vino a 189 países de todo el mundo, con Alemania, EE. UU., Reino Unido y Francia como destinos predilectos.


Pero más allá de los números, el éxito del vino español se puede explicar desde otros prismas, como el del garante de calidad, seguramente el más decisivo. Aquí es justo destacar la capacidad de los sellos de calidad como elementos de diferenciación y valorización de las producciones vitivinícolas. España cuenta actualmente con 146, entre Denominaciones de Origen Protegidas, Indicaciones Geográficas Protegidas y otras figuras, como los Vinos de Pago. El mundo quiere calidad y autenticidad y nuestro sector vitivinícola se las ofrece: cerca del 44% del vino con DOP y el 28% con IGP se consume fuera de las fronteras españolas.

Un sector que representa perfectamente el espíritu de la campaña ‘Compra lo tuyo, defiende lo nuestro’ porque es un ejemplo de valores. Compromisos como el que tiene con la agricultura ecológica (el 30% de los viñedos españoles ya siguen este modelo), con la lucha contra el despoblamiento de las zonas rurales y con la innovación, en la que invierte cada vez más año tras año, lo convierten en un modelo a seguir y en un orgullo, porque sus principios no están en venta.

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